viernes, 11 de octubre de 2019

Mutant Year Zero. (Primera sesión)

RESUMEN DE LA PRIMERA SESIÓN:
La sesión comenzó en una mañana tranquila, mientras los personajes se acababan de preparar no tardó en pasar un adiestrador puerta por puerta informando de que el Jefe Genaro requería de su presencia.
Tras una reunión bastante formal y sin incidentes salieron con un encargo. Salir a la zona a buscar ALGO. Lo que fuera, pero quería algo para mañana. El resto de jefes estaba organizando expediciones y él no iba a ser menos. Genaro quiere resultados y los quiere ya.
Tras acabar de organizarse cruzaron el mapa en dirección ha H17. Dos casillas de distancia. El merodeador no pudo asegurar el territorio adyacente al arca. Un bosque seco donde hay claras muestras de que se ha recogido leña. Esto sorprendió a los personajes, ya que la cúpula del amanecer no levantó la prohibición de salir del arca hasta hace unos días. Pero tampoco sorprendió, ya que los inviernos son muy fríos.
cuatro horas después llegaron a H17, señalado en el mapa como cacharros. La exploración del lugar fue precavida, pero pese a la precaución no estaban preparados para lo que les sobrevino en la antigua estructura. Un suceso que me temo, no puedo relatar aquí. 
Lo más importante fue lo que descubrieron, no solo unas gafas de sol de aviador muy molonas. Si no que además, en la cocina, descubrieron una enorme batería de elementos de cocina, grandes ollas, sartenes… Todo preparado para cocinar cientos de comidas y todo en un bastante sorprendente buen estado.
Esto unido a los rumores de que hay alguien en el arca que sabe cocinar comida con descomposición para limpiarla marcó una ruta a seguir muy importante. Ya que podría avanzar poderosamente la producción de comida del arca… Solo quedaba decidir qué hacer con esa información y cuando poner el proyecto en marcha. Pasaron la noche acurrucados entre las ruinas para volver al amanecer, sin dejar de pensar en todo lo que habían vivido el día anterior. Un recuerdo que les perseguirá mientras vivan.

A no tardar guiados por el merodeador (esta vez con éxito) regresaron al arca a buena hora para reunirse con Genaro. El cual les escuchó atentamente, mientras avanzaban en su relato Genaro arqueaba cada vez más las cejas, su experiencia para averiguar cuando alguien le estaba mintiendo le dijo “tranquilo, te dicen la verdad por extraña que parezca”. Le obsequiaron (quizás involuntariamente pues esperaban algo a cambio) con las gafas de aviador y este les recompenso no solo con el pago acordado si no también con unas armaduras fabricadas en exclusiva para ellos. (pendientes de recoger)

Ahora queda en manos de Genaro que hacer con las baterías de cocina, tal vez pida ayuda a la Jefa Cruz y su batallón de trabajadores esclavos para traer todo al arca. Tal vez posponga la operación para hacerlo con sus propios hombres cuando el momento sea el adecuado.

Sea como sea, no sabrán cómo continúa esta aventura hasta la siguiente sesión.



El jugador que maneja a garra se ha currado un pedazo diario de la sesión,
con gran detalle y puede que algún destripe.
Si lo queréis leer lo tenéis disponible aquí

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